Si ellos ven que disfrutas comiendo estos alimentos y les explicas sus beneficios y su importancia -para crecer, desarrollarse, sentirse mejor, etc.-, haciéndoles partícipes de las tareas de compra y en su preparación, puede que sea más fácil que los incluyan en la dieta sin tantas protestas. En casa no han de faltar por tanto ensaladas y verduras de todo tipo, así como un buen frutero que deje ver la atractiva variedad de colores de las frutas. ¿Te parece complicado? Prueba los trucos que aquí te presentamos y sorpréndeles.
Frutas y verduras: 5 al día
¿Qué significa 5 al día? ¿Cómo puedo ponerlo en práctica? ¿No es demasiada cantidad? Cuando surgió la campaña ‘5 al día’ hubo personas que se plantearon todas estas cuestiones, pero lo cierto es que se trata de un objetivo más que razonable. La campaña ‘5 al día’ fue creada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, al amparo de la OMS -Organización Mundial de la Salud- y de la FAO -Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas-, en repuesta al bajo consumo actual de hortalizas y de frutas. En ella se insiste en la necesidad de incrementar la ingesta diaria de dichos alimentos hasta alcanzar al menos los 400 gramos diarios. Y, ¿cómo hacerlo en el día a día? Basta con introducir algo de verdura como ingrediente del primer plato y/o acompañamiento de los segundos en las principales comidas, así como 3 piezas de fruta cada día.
Para entenderlo mejor, cumplimos el objetivo si en un mismo día incluimos, por ejemplo, además de las 3 piezas de fruta, los siguientes platos: espinacas con garbanzos y guiso de conejo con champiñones en la comida, y puré de verduras y filete de pescado acompañado de ensalada en la cena.
¿Por qué es tan importante consumir frutas y verduras a diario?
La última encuesta nacional sobre hábitos alimentarios en la infancia y adolescencia (Estudio Enkid, 1998-2000), en la que participaron más de 3.500 individuos de entre 2 y 24 años de edad, pone de manifiesto algo que no resulta novedoso, a pesar de su trascendencia: el consumo de frutas y verduras entre los niños y adolescentes es insuficiente. Frutas y hortalizas frescas son alimentos que constituyen una fuente notable de variedad de vitaminas (ácido fólico, C, pro-vitamina A….), minerales (potasio, magnesio), agua, fibra y antioxidantes.
Su consumo es importante puesto que, si las incluyes en cantidades adecuadas en la dieta, estás contribuyendo a la salud de toda la familia, ya que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades como estreñimiento, hipertensión, exceso de colesterol, e incluso de ciertos tipos de cáncer. ¡No olvides incluirlas cada día en tu alimentación!
10 razones para comer frutas y verduras
Nos ayudan a mantenernos bien hidratados. Por su alto contenido de agua facilitan la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos ayudan a mantenernos bien hidratados.
Frutas y verduras son fuente casi exclusiva de vitamina C. Por lo que se recomienda que las consumas a diario, procurando al menos que una de las frutas del día sea de las más ricas en vitamina C (cítricos, kiwi, melón, fresas, frutas tropicales…) y que una de las raciones sea una ensalada.
Son fuente de antioxidantes: aliados de la salud. Hablamos de colorantes, aromas y otros compuestos naturales como las vitaminas C, E y el beta-caroteno o pro-vitamina A. Aunque están presentes en cantidades muy pequeñas, influyen decisivamente en la aceptación y apetencia por estos alimentos y se sabe con certeza que nos protegen frente a ciertas enfermedades, entre ellas las degenerativas, las cardiovasculares y el cáncer.
Ricas en fibra. La fibra ayuda a regular nuestra función intestinal, a corregir el estreñimiento y posee efectos beneficiosos en la prevención y tratamiento de otros trastornos como hipercolesterolemia, diabetes, obesidad, etc. En cuanto a las frutas, ten en cuenta que el contenido de fibra se reduce al pelarlas, y que la mayor concentración de sus vitaminas está justo bajo la piel por lo que deberás realizar un pelado poco profundo. Del mismo modo, si confeccionas un puré y lo pasas por el chino, no olvides que la mayor parte de la fibra de las hortalizas y verduras desaparece.
Nos ayudan a eliminar el exceso de líquidos. Contienen poco sodio y mucho potasio, lo que fuerza a nuestro cuerpo a eliminar el exceso de líquidos junto con las sustancias de desecho por la orina.
Apenas tienen grasa. La cantidad de grasa que presentan la mayoría de hortalizas y frutas es inapreciable, salvo para el aguacate y las olivas (ricos en ácido oleico, como el aceite de oliva) y el coco (con grasa mayoritariamente saturada).
Disfrútalas en cualquier época del año. Y aprovéchate en cada momento de las propias de cada estación, ya que están en su mejor momento.
Frutas: una dulce golosina. Las frutas tienen un agradable sabor dulce puesto que contienen azúcares (fructosa, glucosa, sacarosa…). ¡Aprovéchalo y saboréalas al natural y sin necesidad de endulzarlas con azúcar u otros edulcorantes! Además, recuerda que constituyen un buen tentempié a cualquier hora. De hecho, puedes incluirlas para completar el desayuno, como parte del almuerzo y de la merienda, y tanto antes como después de las comidas…
Hortalizas y verduras: échale imaginación. No sólo puedes incluirlas en las principales comidas del día, recuerda que aportan un toque muy sabroso y jugoso a bocadillos y sándwich para tomar en cualquier momento. Pan con rodajas o pulpa de tomate, un poquito de aceite y jamón, o sándwich vegetal con atún, son algunas ideas para que tú y los tuyos os beneficiéis aún más de sus múltiples propiedades.
Prueba con originales recetas, lo admiten casi todo. Como mejor conservan sus propiedades tanto las frutas como las verduras es si las comes crudas. Si quieres reducir la pérdida de vitaminas, para las frutas tienes dos opciones: conservar la piel, lavándolas muy bien bajo el agua del grifo, o realizar un pelado poco profundo. Ya sea crudas y al natural, que cocidas, asadas o en brochetas, resultan deliciosas. Pero quizás quieras probar con algo más atrevido… ¿Qué tal un flan de espinacas con gambas, un plato de lomo de cerdo a la naranja con escarola, o un solomillo con pera cocida en salsa de hongos? Anímate y prueba a combinar frutas y verduras con todo tipo de alimentos puesto que lo admiten casi todo.
Cómo hacer que les gusten las frutas
Los más pequeños suelen mostrarse reacios a consumir fruta, a excepción del plátano, fácil de pelar y de agradable sabor dulce. Sin embargo, se debe promocionar el consumo de todo tipo de frutas, ya que hay ciertas vitaminas o minerales que se encuentran en unas y no en otras. Así el plátano aporta mucho potasio, pero sin embargo, tiene un contenido insignificante de vitamina C.
Más fruta para los niños
Procura que comiencen el día con frutas. Un vaso de zumo de frutas, rebanadas de plátano, ciruelas o fresas, etc. Darán un enérgico y delicioso comienzo al día, y le ofrecerán además una cantidad alta de fibra, más vitaminas y minerales y nada de grasa.
Intenta que participen en la compra y en la cocina, en la medida de sus posibilidades, para motivarles y enseñarles la importancia de comer de todo. Los niños y niñas pueden ayudarte a elaborar recetas de sorbetes, macedonias, batidos de fruta y yogur, gelatina con frutas o incluso en la preparación de copas deliciosas como ésta; una capa de puré de manzana cubierta con merengue azucarado, gratinada al horno y decorada con virutas de chocolate… ¡No habrá quien se resista!
Llega a un acuerdo con el resto de padres y madres de la escuela a la que llevas a tus hijos. Os podéis organizar a la hora de programar los almuerzos de los más pequeños y, semanalmente incluir para todos por igual diferentes tipos de frutas en la bolsa del almuerzo. Por ejemplo: el lunes mandarinas, el martes manzana, etc. Si el niño o la niña ve que sus compañeros o que en casa se come fruta, la tarea de hacer que las prueben será más fácil de sobrellevar. ¿No te parece?
Es mejor que la fruta siempre esté a mano. Las frutas se pueden llevar fácilmente a todos los lugares y pueden darles una rápida carga de sabor y energía en cualquier momento. Mete en la mochila, en la guantera del coche, etc. Una manzana, una naranja, una pera, o porqué no, una bolsita de pasas o albaricoques secos.
En casa, coloca las frutas siempre a la vista. Coloca las frutas en un cuenco sobre el mostrador de la cocina. Asegúrate de que las frutas estén claramente visibles cuando abran el refrigerador. Si las ven, es más probable que se las coman.
Añade frutas cortadas o en puré a carnes y pescados. Por ejemplo: lomo de cerdo con puré de manzana, pechuga de pavo con piña, pez espada a la naranja, etc.
Cambia su presentación para hacerlas más apetecibles. Puedes probar a presentar las frutas insertadas en un palito a modo de brochetas, cortar una manzana en cuadraditos junto con fresas en rodajitas, incluir una pajita de colores en un zumo…
Cómo hacer que les gusten las verduras
A la hora de componer los alimentos y preparar originales recetas para fomentar el consumo de verduras entre los más pequeños, no hay más límite que la propia imaginación y una pizca de buen gusto. Cuesta poco y estamos haciendo mucho por la educación alimentaria de nuestros pequeños.
Presenta los platos de forma divertida, con ingredientes que aporten vistosidad y colorido y refuercen el atractivo. Usa la imaginación y utiliza diferentes verduras para dibujar caras, paisajes, animales… Este tipo de trucos llaman la atención del niño o de la niña, que se fijarán en la presentación del plato y no se centrarán tanto en si la receta lleva o no verduras.
No repitas la misma verdura más de una vez a la semana. Y si no es posible, cocínala de distintas maneras: frita, como relleno de pasta o con arroz, al horno, como guarnición de segundos platos, etc.
Prueba con recetas innovadoras. Una de las claves de una buena alimentación está en la variedad y en nuestro país disponemos de una amplísima oferta de hortalizas y verduras con las que crear un sinfín de platos suculentos. No te limites a la típica ensalada de lechuga y tomate o a las alubias verdes siempre con patatas…. Unas espinacas hervidas sin más, no tienen el mismo efecto que un pastel de espinacas elaborado en un molde con las propias espinacas salteadas con jamón, sobre las que se añade un puré de patata para gratinar al horno con queso rallado y salpicado de salsa de tomate. Y a ti, ¿qué te parece?
Aprovéchate de las verduras congeladas o en conserva cuando sea imposible conseguir productos frescos, para que no pasen días sin comer verduras variadas.
Añade verduras cortadas o en puré a los platos de carne, pescado o huevo. Por ejemplo: pastel de puerros y gambas, pollo con salsa de pimientos, espaguetis con champiñones y jamón, paella de la huerta… Puede servirte de ayuda que al principio utilices las verduras picadas finamente o ralladas para mezclarlas con carne picada y elaborar así unas sabrosas albóndigas o hamburguesas caseras, o bien como ingrediente de guisos de carne, pescado o recetas con huevo.
Enriquece sopas con ellas. Emplea puré de verduras para espesar sopas y añadirles sabor.
¿Por qué no pruebas también con postres de hortalizas?
Tarta de zanahoria, bocaditos dulces de calabaza… Son otra idea original de beneficiarse de ellas.
Corta las verduras en formas curiosas. De este modo resultan más apetecibles. Puedes hacer sándwich vegetal con lechuga, tomate, zanahoria rallada…. Con queso, jamón, atún… Y cortarlo en forma de rombos o círculos. Esto les llamará más la atención que el típico sándwich cuadrado.
Permite que los más pequeños participen en su preparación. Pueden ayudarte en la elaboración de las ensaladas así como en la preparación de pizzas caseras a las que se puede añadir variedad de hortalizas, con un toque de creatividad, como por ejemplo intentando dibujar una cara, un animal u otra cosa con los ingredientes seleccionados.